6.- Oración al niño Dios
Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia
de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que
el Dios del cielo y de la tierra es nuestro padre, que tú, Divino Niño, eres
nuestro hermano.
Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos
comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el
odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que
donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es navidad. Amén.
Gloria al Padre...
7.- Gozos
· Oh sapiencia suma del Dios soberano
que a nivel de un niño te hayas rebajado. Oh Divino Infante ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Niño del pesebre nuestro Dios y
Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y
angustias siempre recordemos que nos has salvado.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Oh lumbre de oriente sol de eternos
rayos que entre las tinieblas tú esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del
cristiano, luzca la sonrisa de tús dulces labios.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Rey de las naciones Emmanuel
preclaro de Israel anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave
cayado, ya la oveja arisca ya el cordero manso.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Ábrase los cielos y llueva de lo
alto rocío, como riego santo. Ven hermoso niño ven Dios humanado luce hermosa
estrella, brota flor del campo.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Tú te hiciste Niño en una familia
llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados el gran
compromiso del amor cristiano.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Del débil auxilio, del doliente
amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño
adorado, mi constante amigo mi divino hermano.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Ven ante mis ojos de ti enamorados,
bese ya tús plantas bese ya tús manos. Prosternado en tierra te tiendo los
brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
· Haz de nuestra patria una gran familia;
siembra en nuestro suelo tú amor y tú paz. Danos fe en la vida, danos esperanza
y un sincero amor que nos una más.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven no tardes
tanto!
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos ven a nuestras almás, ven no tardes
tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario