ADVIENTO 20 14
La Navidad
Un mensaje de apoyo
La Navidad evoca recuerdos de momentos, lugares y personas que son especiales para nosotros. Es una época que nos motiva a dar y que conmueve nuestros corazones.
Mas la Navidad también puede ser una temporada en la que nos sentimos solos y abatidos. Los relatos en este folleto nos recuerdan que, a pesar de lo que ocurra anuestro alrededor, podemos avivar el espíritu navideño en nosotros. Sólo necesitamos estar conscientes de la presencia crística y sentir nuestra unidad con todo lo creado. Los actos sencillos de bondad, dados y recibidos, nos recuerdan la verdad de que nunca estamos solos.
Deseamos que la Fe, la Paz, el Amor y el Gozo cobren vida en tu corazón enesta temporada de Adviento, según celebramos el nacimiento de Cristo en nuestro mundo.
¡Eres bendecido y eres una bendición!
¡Feliz Navidad!
Tus amigos
Amor
SÁBADO, 20 DE
DICIEMBRE DEL 2014
El amor de Dios hecho visible
por Barbara
Bergen
La bondad nunca se va, pero parece que durante la
Navidad más gente le hace caso…
Quizás es porque la
celebración del nacimiento
de Jesús nos da permiso para
ponernos en contacto con
nuestra verdadera naturaleza
y actuar partiendo de ella…
Nos referimos a la explosión
de generosidad en esta
temporada como “el espíritu
navideño”, porque aumenta
exorbitantemente durante la
temporada festiva… Es el
amor de Dios en nosotros, el
cual encuentra expresión
por medio de nosotros, enciende
nuestro gozo a medida
que fluye por medio de
nosotros y deleita a quienes
lo recibimos. Puede que lo
veamos en la forma de un
vendedor cortés, un taxista
quien da paso al vehículo en
frente de él, un estudiante
universitario que busca entre sus
escasos medios y pone
billetes de mil pesos en el pote de la
persona que toca la
campanita. Aparece de muchas formas,
pero siempre es el amor de
Dios hecho visible…
El sonido de las campanas
navideñas incita nuestros
corazones a la acción… Se
hacen donativos a instituciones
de caridad, se abre la puerta
a quienes van de compras, se
envían tarjetas a amigos que
no hemos visto por mucho
tiempo. Sonreímos, decimos “Feliz Navidad” y hacemos
galletas para nuestros
vecinos.
No importa si nuestros actos
son grandes o pequeños, si
damos frecuentemente o por
primera vez… Cada rayo de
bondad contribuye al faro
poderoso del amor de Dios que
da a nuestro planeta su
resplandor cada Navidad.
Durante la Navidad, celebramos el nacimiento del Cristo
Niño hace siglos en un pequeño
pesebre en una tierra
lejana; mas el amor que
encontró expresión en el regalo del
Cristo Niño continúa vivo. Es
algo viviente, creciente y tan
palpable hoy como siempre lo
ha sido, y desempeñamos un
papel vital para hacerlo
visible.
“¡Gloria a Dios en las
alturas!”—Lucas 2:14
ADVIENTO 20 14
La Navidad
Un mensaje de apoyo
La Navidad evoca recuerdos de momentos, lugares y personas que son especiales para nosotros. Es una época que nos motiva a dar y que conmueve nuestros corazones.
Mas la Navidad también puede ser una temporada en la que nos sentimos solos y abatidos. Los relatos en este folleto nos recuerdan que, a pesar de lo que ocurra anuestro alrededor, podemos avivar el espíritu navideño en nosotros. Sólo necesitamos estar conscientes de la presencia crística y sentir nuestra unidad con todo lo creado. Los actos sencillos de bondad, dados y recibidos, nos recuerdan la verdad de que nunca estamos solos.
Deseamos que la Fe, la Paz, el Amor y el Gozo cobren vida en tu corazón enesta temporada de Adviento, según celebramos el nacimiento de Cristo en nuestro mundo.
¡Eres bendecido y eres una bendición!
¡Feliz Navidad!
Tus amigos
Amor
SÁBADO, 20 DE
DICIEMBRE DEL 2014
El amor de Dios hecho visible
por Barbara
Bergen
La bondad nunca se va, pero parece que durante la
Navidad más gente le hace caso…
Quizás es porque la
celebración del nacimiento
de Jesús nos da permiso para
ponernos en contacto con
nuestra verdadera naturaleza
y actuar partiendo de ella…
Nos referimos a la explosión
de generosidad en esta
temporada como “el espíritu
navideño”, porque aumenta
exorbitantemente durante la
temporada festiva… Es el
amor de Dios en nosotros, el
cual encuentra expresión
por medio de nosotros, enciende
nuestro gozo a medida
que fluye por medio de
nosotros y deleita a quienes
lo recibimos. Puede que lo
veamos en la forma de un
vendedor cortés, un taxista
quien da paso al vehículo en
frente de él, un estudiante
universitario que busca entre sus
escasos medios y pone
billetes de mil pesos en el pote de la
persona que toca la
campanita. Aparece de muchas formas,
pero siempre es el amor de
Dios hecho visible…
El sonido de las campanas
navideñas incita nuestros
corazones a la acción… Se
hacen donativos a instituciones
de caridad, se abre la puerta
a quienes van de compras, se
envían tarjetas a amigos que
no hemos visto por mucho
tiempo. Sonreímos, decimos “Feliz Navidad” y hacemos
galletas para nuestros
vecinos.
No importa si nuestros actos
son grandes o pequeños, si
damos frecuentemente o por
primera vez… Cada rayo de
bondad contribuye al faro
poderoso del amor de Dios que
da a nuestro planeta su
resplandor cada Navidad.
Durante la Navidad, celebramos el nacimiento del Cristo
Niño hace siglos en un pequeño
pesebre en una tierra
lejana; mas el amor que
encontró expresión en el regalo del
Cristo Niño continúa vivo. Es
algo viviente, creciente y tan
palpable hoy como siempre lo
ha sido, y desempeñamos un
papel vital para hacerlo
visible.
“¡Gloria a Dios en las
alturas!”—Lucas 2:14





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