Dia 11.
Cómo Cambiar tu Vida
por Charles Roth
Algún día, en algún
lugar, cada uno de nosotros llega al punto en el que dice: “¡basta con esta
clase de vida!” Deseo cambiar.
Tiene que haber mejor vida que la que estoy viviendo”. El enfoque espiritual
contiene la respuesta. En el mundo de efectos, podemos vernos solamente como
hormigas, computadoras u objetos para ser usados. Mas en el mundo interno, en
el universo espiritual, somos individuos, somos puntos de expresión de un poder
milagroso. Tú tienes sentido y propósito, porque eres parte de un espíritu
completo. Del mismo modo como hasta la parte más pequeña de tu cuerpo es
importante para la función normal y perfecta de éste. Puedes empezar hoy, allí mismo donde te encuentras, con el
conocimiento y entendimiento que actualmente tienes.
Retírate
de todo
Toma tiempo para
retirarte y sentarte en el silencio. Apártate de las distracciones que
confunden tu conciencia y deja de enfocar tu atención en el universo —evita las
distracciones de la televisión, los periódicos y libros (hasta de los libros de
la Verdad). Entonces, siéntate calladamente en meditación, gentilmente aleja de
tu estado de conciencia todo pensamiento inquietante, bendícelo e invítalo a
retirarse. Quizás esto se tome más que un par de minutos, ya que tu ego,
orientado hacia las distracciones de lo externo, te dice: “¡Terminemos con esto
ya! Has estado allí sentado suficiente tiempo, vamos ahora a hacer algo útil”.
Mas si tú estás determinado a cambiar
la dirección de tu vida, permite que algo más profundo que tu ego esté a cargo.
Este algo no puede ser descrito o titulado fácilmente, pero puede ser
experimentado. Lo podemos llamar el súper ego, el Cristo morador o el YO SOY en
ti.
Vivir
en el presente
La manera para
llegar a sentirte emocionado, vigoroso y completamente vivo, es buscar y depender
de tu ser interno, el cual está siempre vinculado a esa energía interna que
llamamos Dios o el Reino de Dios. Esto no quiere decir que no hemos de jugar
golf o boliche o disfrutar de las muchas maneras externas para la diversión y
el descanso. El punto es que no necesitamos de estas cosas para ser felices. No
somos esclavos de lo externo, somos almas libres. He aquí dos sugerencias para
empezar: primero, haz el esfuerzo real de meditar. Segundo, vive plenamente en
el presente. Si te diriges a tu trabajo consciente de que la energía y la
emoción surgen de una fuente en ti (la cual nos hace sentir llenos de
entusiasmo por la vida), entonces realmente desearás pasar tiempo conociéndose
más a fondo y sintiéndote cómodo en tu espacio interior.
Recuerda que muy dentro, en la profundidad del Ser, lo único que es
incambiable en ti es tu sentido del Yo. El “Yo” del YO SOY. Piensa en una toma eléctrica en casa.
Puedes conectar o desconectar un tostador, licuadora, lámpara o computadora.
Del mismo modo, tú estás constantemente conectándote o desconectándote —por
medio de tus pensamientos, anhelos y sentimientos— con un poder. Así que
recuerda escoger bien.
Explorando
el espacio interior
Una vez que hayas
abordado el programa de exploración y descubrimiento interior —cuando lo hayas
saboreado y experimentado, haciendo parte de ti mismo esa atmósfera de paz,
maravilla y humildad—encontrarás un nuevo nivel de calidad en tu estado de
conciencia. Te darás cuenta de que te emociona vivir plenamente en el presente.
Esto ocurrirá no solamente en tus ratos de meditación, sino en todos los
momentos y horas de tu vida. Llénate completamente de la energía del poder de
Dios que yace en ti. Tú puedes gozar de una vida verdaderamente bella en el
momento presente. Gradualmente, la luz del YO SOY se verterá en tu estado de
conciencia, derramándose por doquier como lo hace la luz del amanecer.
Gradualmente tú cambiarás. Tus costumbres
cambiarán, tus valores cambiarán, tus circunstancias cambiarán y tu vida
cambiará. Ya no dependerás, tan desesperada y totalmente, de otras personas o
de condiciones externas para sentirte bien y seguro. La paz es poder, porque
del silencio nace el poder, y de la armonía interna florece la productividad.
Descansa en esa tranquilidad interior.



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