Dia
12. Sencillamente… Respira
por
Mary-Alice y Richard Jafolla
Cuando le prestas atención y la reconoces, una inteligencia cósmica responde en ti. Te comunicas con esta inteligencia a través de tu conocimiento interno y, probablemente, la mejor manera de hacerlo es sentándote tranquilamente demostrando receptividad a esta sabiduría. El nombre más común que se le da a este tipo de comunicación es meditación. Más no dejes que el nombre te atemorice, en realidad no es nada extraño.
Meditar es dirigir
conscientemente la atención a tu ser interno. Esto te permite ponerte en
contacto con la sabiduría en ti, la cual siempre puede ser invocada por guía
acerca de cómo actuar. Es la forma más rápida y segura para aumentar tu
conocimiento. El meditar con regularidad
debe ser parte de tu día.
Para estar
consciente de las necesidades de tu alma, aparta tiempo cada día para meditar. Encuentra una
silla cómoda en un lugar tranquilo, cierra tus ojos y toma asiento en silencio.
No trates de pensar en nada, sin embargo, si algún pensamiento flota en tu
mente, simplemente obsérvalo. No lo analices ni batalles con él.
Una buena técnica
para meditar que es muy efectiva
para la mayoría de la gente es simplemente observar tu respiración. Eso es
todo. Simplemente aumenta tu conciencia sobre tu respiración, continua
respirando naturalmente. Inhalando y exhalando. No cambies el ritmo de tu
respiración de ninguna manera, simplemente permanece consciente de tu
respiración. Concéntrate en ella, obsérvala, esto trabaja bien para mantener
alejados los pensamientos inútiles.
La primera semana
te puede parecer difícil permanecer sentado en silencio. Tu mente, como un mono
inquisitivo, puede brincar de pensamiento a pensamiento rebelándose contra la
quietud desconocida. Sin embargo, persiste; en poco tiempo el mono hiperactivo
se tranquilizará y dejará de saborear este tiempo de silencio.



No hay comentarios:
Publicar un comentario