TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
17 de diciembre del 2017
Amor viviente
Por sobre todo lo demás, Jesús nos hizo un llamado a amar: amar a
Dios, amarnos a nosotros
mismos y a amarnos los
unos a los otros. Estamos llamados a amar a nuestros
enemigos al igual que a nuestros amigos.
Jesús sabía que el amor incondicional
cambia vidas, y cambia nuestro mundo.
El amor siempre
nos está llamando a ir más alto. Nos hace un llamado para que tengamos más
compasión y comprensión para tratar a otros como nos gustaría que nos trataran.
Cuando vivimos en amor, estamos
irradiando la esencia del Cristo en nosotros.
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. —Gálatas
5:22-23
Surgió un hombre
enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar
testimonio de la luz, para que por él
todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de
la luz, y este fue el
testimonio de Juan, a que le preguntaran: ‘¿Tú quién eres?’ Él confesó sin
reservas: ‘Yo no soy el Mesías.’ Le preguntaron: ‘¿Entonces qué? ¿Eres tú
Elías?’ Él dijo: ‘No los soy.’ ‘¿Eres tú el Profeta?’ Respondió: ‘No.’ Y le
dijeron: ‘¿Quién eres?’ Para que podamos dar una respuesta a los que nos han
enviado, ‘¿qué dices de ti mismo?’ Él contestó: ‘Yo soy la voz que grita en el
desierto: ‘Allanad el camino del Señor’ (como dijo el Profeta Isaías.’
Entre los enviados
había fariseos y le preguntaron: ‘Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el
Mesías, ni Elías, ni el Profeta?’ Juan les respondió: ‘Yo bautizo con agua; en
medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que
existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la
sandalia.’ Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba
Juan bautizando.
Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar. Reflexión.
Breve pausa para meditar. Reflexión.
Meditación:
Los hombres de hoy
no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a
la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza
reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?
Él ha venido como
el médico que cura las más profundas enfermedades del hombre. Por esto, la peor
de nuestras enfermedades, el pecado, en esta visión de la gran misericordia del
Señor, es simplemente un obstáculo porque el Salvador divino ha venido a
socorrernos.
Encendido de la
vela. Oración.
Guía. En las tinieblas se
encendió una luz, en el desierto
clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ‘Preparen
sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el
día de su boda. ¡Ya llega el mensajero! Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos
estas tres velas, cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que
brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
Padre Nuestro.
Guía. Cubiertos con la sangre de Cristo decimos: “Padre nuestro…”
Guía. Cubiertos con la sangre de Cristo decimos: “Padre nuestro…”
Conclusión.
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía. “Nuestro auxilio es en el nombre del Señor”
Todos. “Que hizo el cielo y la tierra”.
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía. “Nuestro auxilio es en el nombre del Señor”
Todos. “Que hizo el cielo y la tierra”.
Pongámonos en
presencia de Dios y meditemos:
Señor, ayúdanos a
permanecer en vela guardando la venida de tu Hijo, con la lámpara de la fe encendida y con una gran dosis de
humildad. ¿Tiene aceite mi lámpara? ¿Por cuánto tiempo?
Propósitos para la tercera semana de Adviento:
§ Orare/mediatre por los
demas.
§ Daré gracias a Dios
por todo lo que me ha dado.
§ Llevaré a cabo un
sacrificio.
§ Leeré algún pasaje
del Evangelio.
§ Daré un juguete o
ropa a un niño que no la tenga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario