¿Y si desde pequeños aprendiéramos a hablarnos con amor, seguridad y confianza?
Hoy, compartimos un mensaje poderoso: las afirmaciones positivas pueden transformar la manera en que un niño se ve, se piensa y se siente.
No son solo palabras…Son semillas de autoestima, de fortaleza emocional y de bienestar mental.

1. Reprograman el subconsciente y fomentan la neuroplasticidad
Al repetir frases como “soy capaz” o “si puedo”, se activan los circuitos neuronales asociados al pensamiento positivo. Con el tiempo, esto fortalece esas conexiones (neuroplasticidad), haciendo que el niño tienda a pensar de forma más segura y optimista .

2. Mejoran la autoestima, la confianza y reducen el estrés
Autoestima y confianza: Las afirmaciones ayudan a internalizar mensajes positivos (“soy fuerte”, “mis papas me aman”), lo que refuerza una autoimagen saludable .
Seguridad, autonomía y conexión emocional.(mi voz importa) Que su voz es escuchada. Que lo que siente tiene espacio. Que su presencia transforma.
Míralo. Siente. Repítelo con ellos.

Porque cuando les enseñamos el poder de las palabras en la infancia,creamos adultos que saben vivir con conciencia, seguridad y amor propio. @jqneurocoach @tululatienda
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